¡DIOS SIGUE HACIENDO MILAGROS, AHORA, Y A TUTIPLÉN!

La razón y objeto del título, es que se viene diciendo, con mucha frecuencia y hace bastante tiempo, que eso de los Milagros ocurrían, sí, pero en la época antigua. Que sólo le acontecieron a los personajes bíblico del Antiguo Testamento, y que los últimos Milagros, de que ellos tienen noticia, fue los que realizó prodigiosamente JESÚS DE NAZARETH en vida. Y después, los Milagros que hicieron los Apóstoles, de ahí, para acá, ellos ponen en tela de juicio que hayan sucedido otros Milagros.

Nosotros los miembros de la Iglesia Virtual de Dios, no compartimos para nada con esa posición seleccionista de reconocer los Milagros, pero sólo en determinados períodos históricos de nuestra civilización. Y, muy por el contrario, pensamos y estamos segurísimos, que Dios, Nunca, Nunca ha dejado de hacer Milagros en el planeta tierra. Lo que sucede y esta es una verdad irrefutable, que a muchas, muchísimas personas les da vergüenza y pena declarar y testimoniar, cuando Dios ha derramado bendiciones y Milagros sobre ellas: les cuesta reconocer en público que ellos son personas pías, creyentes y de fe.

Y como Dios, todo lo sabe, su Unigénito Hijo JESÚS DE NAZARETH, le reprocha a los hombre su necedad de negar a su padre y manifiesta contundente y sentenciosamente en el Texto Bíblico: "A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombre, yo también lo confesaré delante de mi padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombre, yo también lo negaré delante de mi padre que está en los cielos. Mt. 10. 32-33. Huelgan los comentarios por confirmar esto mi humilde apreciación.

Lo que sí es cierto e inequívoco, es que Dios sigue haciendo Milagros ahora, a cada instante, y a tutiplén en todo el mundo. Mire por Ejemplo, el Milagro que acabó de hacerme a mí, hace apenas unas hora: Iba yo caminando, haciendo mis ejercicios como a las cinco de la mañana, sin saber que un atracador me esperaba emboscado, cuando ya estuve cerca de él, al divisar mi rostro, corrió medroso como si hubiese visto un espanto y se ocultó y se perdió entre las sombras de la casi extinguida noche. Y la gente saliendo de sus casas me preguntaban y por qué no lo atracaron, señor. Yo le respondí escuetamente: por la sencilla razón, que yo vengo en compañía de Dios, de Jesús, del Espíritu Santo, de la virgen María y de dos ángeles guardianes grandote ; y además, porque el espíritu inmundo le tiene mucho pavor a la Luz. Se quedaron todos mirándose con incredulidad, después hicieron unos gestos que no entendí y luego se marcharon nuevamente a sus casas.

Le avivo el ánimo a los ivedeistas, teofilistas y a todos los seguidores de la I.V.D., para que den sus testimonios de los Milagros que han recibido de parte del Señor. ¡Ya ustedes saben cuál es el premio que obtienen si confiesan en público al Divino Hacedor!

Las tres Máximas de Milloque, son:

1a.-¡Confiésalo ... Y gánate el Cielo de una!

2a.- Recuerda, que aquí el callar, no es otorgar ... Sino negar.

3a.- Milagro, no es sólamente un nombre ... Si lo confiesa, también puede ser tu salvación.

Y tengan presente, que seguimos APOYANDO la Cadena de Oración por la Salud de nuestro Amigo ivedeista ABSALÓN ÁVILA VIDAL. ¡Qué así sea!



EMILIO SANTANDER RUIZ ALDANA



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