jueves, 16 de julio de 2015

¡PRIMERO, RECONCÍLIATE CON TU HERMANO Y LUEGO, VES A MISA!

 Este título leído así desprevenidamente nos parecería un tema trivial. Donde JESÚS DE NAZARETH, en el Sermón del Monte, sentado le dice a la multitud: "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y presenta tu ofrenda". Mt. 5. 23-24. Aquí El Hijo del Hombre, nos enseña de modo magistral un comportamiento de conducta, que debemos observar y cumplir siempre en la ceremonia eucarística: Si nosotros cumpliéramos al pie de la letra, lo ordenado aquí por el Rabí de Galilea este artículo no tendría razón de ser.

PERO, lo escribo con mayúscula porque el pero es grande, sucede que nosotros no cumplimos este mandato de comportamiento en la celebración de la misa. La realidad innegable y vergonzosa, es que hacemos en esta ceremonia de Gracia Sacramental todo lo contrario: Allí, cuando el feligrés o feligresa, se acuerda o ve al hermano, con el cual ha tenido algo contra él; lo primero, que hace es no darle el saludo y la bendición de paz; en segundo lugar, le tuerce los ojos; en tercer lugar, le da la espalda; en cuarto lugar, hace unos ademanes toscos con los pies, como los que hacen los toros de lidia cuando están en plena faena y como "como no hay quinto bueno", gesticula de manera dantesca y con tanto odio, que el qué sabemos y de cuyo nombre no queremos acordarnos, le queda chiquitico. Yo sabía que el Pero era Grande, pero no tanto ....

A veces, cuando la realidad de las cosas son tan crudas, crueles y ásperas, uno quisiese hacerse el loco para no comentarla ni narrarla. Pero es necesario que lo hagamos, aunque tengamos que hacer de tripas corazón, es nuestro deber denunciar lo que no está bien. Nos duele en el alma, ver la tristeza que produc e en el rostro de Dios este infame acto. ¡Qué esta acción abyecta se esté cometiendo en pleno templo, que es el corazón mismo del Señor! ¡Esto es para no creerlo! Pero, de que ocurre, ocurre.

Bueno ivedeistas y teofilistas, y a los demás seguidores de nuestra Iglesia del mundo, divulguen este mensaje para que cesen estos horrorosos actos y cumplamos el precepto de reconciliación con el hermano antes de asistir a la sagrada eucaristía.

Las tres Máxima de Milloque, son:


1a.- Si yo perdono al hermano ... Dios también a mi me perdona.


2a.- Si yo bendigo a mi hermano en conflicto conmigo ... Recibiré bendiciones de parte y parte.


3a.- ¡Reconcíliate con tu hermano ... Qué la Gloria y la Paz de Dios  sea tu recompensa!


Y por último, quisiera pedirle a todos ustedes un Favor Especial: Que hagamos Una Cadena de Oración, con el clamor y el fervor aquí tratado, por la salud integral de nuestro Amigo ivedeista ABSALÓN ÁVILA VIDAL, y, estamos seguro y tenemos la plena convicción que Dios obrará este Milagro. Que todo sea para la Gloria de Dios. ¡Qué así sea!



EMILIO SANTANDER RUIZ ALDANA



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